Cuento corto
Autor: Moisés Caballero
Primer lugar en el Concurso de Relato Corto "Capacidad en la
Discapacidad".
Convocado por la Secretaria de Cultura, Asociación Integra,
A.C. y la Casa Ramón López Velarde
Febrero, 2010.
Amigo!!! hace ya un par de años que no te veía, te ves muy
bien, por ti no pasa el
tiempo. –¡¡Jajajajaja!! Sí, si no fuera por este armatoste
mi vida sería mucho más
divertida. –¡¡Mesero!!, para mí una cerveza obscura, para mi
compañero vodka
con refresco de toronja, ¿sí verdad? ¿Aún lo tomas así?,
-Sí, Absolut azul está
bien. -¿Cómo te ha ido?, -Para mí ha sido muy duro, después
del accidente pasé
ocho meses en operaciones, con bajas expectativas de vida,
Juanita estaba
deshecha, la póliza del seguro llegó a su límite, me botaron
literalmente del
hospital privado en el que me encontraba, recuerdo que me
dijeron que tu también
estabas muy grave, pero mírate ahora!!. -¡¡Jajajajaja!!
Tienes razón hierba mala
nunca muere… -¡¡Mesero!! ¿me ofrece otra cerveza?, hace
tiempo que no venía a
este lugar, antes parecía mucho mas pequeño… -Sí, uno no se
da cuenta de lo
inconcientes que somos con las personas de capacidades
diferentes, hasta que te
conviertes en uno de ellos. Con decirte que cuando regresé
al trabajo, no podía ni
siquiera llegar a mi oficina cuando los elevadores no
funcionaban, ¡¡jajajajaja!!.
Recuerdo muy bien, un día lluvioso en el que no había luz y
estaba yo en la planta
baja, esperando a ver que, (¡¡de verdad!!, la vida está tan
hecha para personas
“normales” que se nos olvida voltear para abajo), pero te decía, llegaron un par de
compañeros de oficina, el guardia de la puerta y Don Beto,
el mozo y entre los
cuatro me levantaron
del piso, subiéndome por la escalera
entre risas y
comentarios de “dale,
dale, quebrándose, quebrándose” y me llevaron hasta mi
oficina en el cuarto piso. ¡¡Jajajajajaja!! Lo único malo
fue que aunque sí llegué
temprano a la puerta del elevador, me descontaron el día
¡¡Jajajajaja!!.
Oye ¡¡qué bien!!, qué bueno que te dieron la oportunidad de
crecer en el trabajo,
recuerdo que algo me comentabas la última vez que nos vimos,
me imagino que
tus padres se encuentran más que complacidos con el exitoso
hijo que tienen.
-Jajajajaja ¡salud, amigo!. -¿Cómo?, ¿Ya no vives con
ellos?, ¿vives solo?
Siempre lo quisiste hacer y entonces ¿frecuentas a tus
padres?. Lo siento, ¿fue
después del accidente? -Sí, es que si estuvo impresionante,
el auto quedó
deshecho, ¿tú has visto fotografías?; a mí me las han
negado, dice Juanita que no
tiene caso que lo vea, pero un día encontré en la Internet
las imágenes publicadas
en la pagina histórica de un periódico local, ¡oooo!, de
verdad qué impresionante,
fue un impacto muy fuerte, desde ese día me mareo en las
noches y se me vienen
a la mente recuerdos confusos, pero bueno, mejor ¡Salud!
-¡Mesero!, tráeme otro
trago, permíteme no tardo.
-¡¡¡¡Maldita sea!!!! Este lugar no tiene baños para
minusválidos, no te imaginas lo complicado que es entrar a
un bañito para hacer
pis, y, o metes la silla o cierras la puerta y luego, ni qué
decirte de los que tienen
mala puntería y mean todo el mingitorio, obvio no hay
pasamanos adecuado y…
¿de donde crees tú, que nos tenemos que agarrar? -¡¡Jajajaja!!,
Bueno ya me lavé
las manoplas… ¡¡¡Jajajaja!!, ¡salud, amigo¡… (de Juanita)
-Mal, ella cada vez está
más cansada de
batallar conmigo, los gastos aumentan
notablemente, con su
sueldo no alcanzamos,
tuvimos que modificar la casa ampliamos los escalones,
pusimos rampas, pasamanos en los baños, regaderas telescópicas
y ya sabrás
pareciera que quedarse minusválido es de magnates, ¿te comenté que mi jefe me
removió? Argumentando
mi falta de concentración y que se
me iba la onda,
¿Cómo ves?, pero la verdad es que no les gustaba mi nueva situación que me
limitaba a estar detrás de un escritorio, les da miedo tomar
el riesgo de asignar
actividades a alguien que está en silla de ruedas, lo mas
irónico, es que los
deportistas con capacidades diferentes traen más medallas de los juegos
paralimpicos que los deportistas enteros de las
olimpiadas, ¡¡Jajajaja!! ¿o no? -
¡¡¡Jajajajaja!!! Volviendo al tema, me ofrecieron una
liquidación decente, con tal de
que les permitiera
contratar en mi puesto a una persona “normal”. ¡¡Si!! Te das
cuenta de eso cuando
tus compañeros que te saludaban y te sonreían
cordialmente de pronto te ven raro, como evadiendo tu nueva
situación, como que
se niegan a ver tus piernas que ahora no son más que un par
de hilachos, yo
pensé: „que me liquiden, con mi experiencia, consigo trabajo
en un lugar más
cómodo y empiezo una nueva vida con mi nueva realidad‟.
¡¡Pues, no amigo!!, las
puertas se te cierran por el simple hecho de llegar sentado
en este armatoste,
muchos de ellos escucharon mi nombre y me dieron cita
inmediatamente, cuando
me vieron entrar a sus oficina en silla de ruedas la cara de
alegría les cambió,
entonces lo que pintaba para ser una magnifica entrevista de
trabajo, se convertía
en una plática sobre lo que me sucedió y terminaba con adiós
acompañado de un
“qué bueno que estás vivo”. No sé, la verdad, si en otros
países sean más
conscientes en la
práctica más que en los documentos con las personas con
capacidades diferentes. -¿Mi vida sexual? ¡¡Jajajajaja!!, ya
me vas a presumir has
de tener un buen número de conquistas; yo te puedo decir que
soy feliz y espero
poder hacer que mi Juanita también lo sea, sí ha cambiado,
no es lo mismo, pero
creo que uno se acomoda para eso hasta en las peores
circunstancias.
¡¡¡Jajajajaja!!!; qué, ¿nos echamos la última?. -¡Mesero!
¿nos sirve otra ronda?. –
Sí, me muevo en taxi,
es muy cómodo, sí es caro pero es
seguro, subir a un
camión es poco más
que imposible y digo, no soy como los gatos, para qué
arriesgo la vida de nuevo. -Es increíble lo bien que te ves,
en ti pareciera que
nunca nos pasó nada, en mi convalecencia pregunté varias
veces por ti, pero sólo
obtuve murmullos y explicaciones vagas, el día que vi las fotos creí verte a mi
lado, bañado en sangre,
¡impresionante!... tengo esa imagen grabada en mi
mente, la sueño, me
persigue en todo momento. Supongo que
pagaste una
fortuna en cirujanos plásticos, ¡¡Jajajaja!!. -Bueno, amigo ¡salud! Y ya
vámonos
que se enfría la cena. -¡Mesero! la cuenta. -No ¿cómo crees?
Yo pago. -Gracias
joven, -¿Cómo? ¿Nomás te tomaste una? -Bueno vámonos.
-¡¡Taxi!!, Qué, ¿te vas
conmigo? Deja me subo primero entonces. -Joven la silla en
la cajuela, ¡si cabe
hombre!; -Ya cerró la puerta, -¿Ya se acomodó? -Sí gracias!;
-¿A dónde lo llevo?;
-Primero lleve a mi amigo -¿A quién?. -A mi amigo ¿Qué rumbo llevas?. -¿Se
siente Usted bien?, no hay nadie más a quién llevar…
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